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Una mujer regresa de la calle al apartamento y encuentra a una pareja desconocida ocupando el lugar. Ella se queja con el encargado de la vivienda, quien le recuerda que el lugar tampoco le pertenecía a ella y que, por tanto, todos deben desalojar la vivienda. Ellos comienzan a convivir en un mismo espacio, un sencillo apartamento de La Habana, donde el deseo de conocerse en medio de la confusión, la curiosidad, la sensualidad y un lenguaje propio creado por los habitantes del apartamento, crea un vínculo lleno de tensión sexual entre los jóvenes.